El papel es uno de los objetos más cotidianos de cuantos nos acompañan en nuestro día a día. Además de otros usos más prosaicos, constituye un soporte de información que refleja la comunicación entre nosotros a través de los textos y las ilustraciones. Pero no siempre fue así, porque hasta que no fue inventado hace dos milenios por los chinos, nuestros predecesores —los persas, actual Irán— aún se las arreglaban con tablillas de barro donde escribían sus cosas con unas cuñas; lo que los libros de historia definen como escritura cuneiforme y nosotros como antepasados de los bolígrafos. En el día a día de Blauverd impressors, también formamos parte de esa tradición papelera milenaria. ¿Seguimos aprendiendo más cosas curiosas sobre el papel?
Grabado de cómo era uno de los primeros talleres de fabricación manual del papel. Fuente: miprimerpapelreciclado.blogspot.com
LOS ORÍGENES
El precursor del papel, como soporte físico transmisor de información, fue la tablilla de barro donde los asirios se expresaban, como ya hemos visto, mediante la escritura cuneiforme. Pero en algún momento, alguien se dio cuenta de que, aunque legibles, eran demasiado aparatosos aquellos ladrillos, e ideó el papiro, hecho a base de plantas. El invento vio la luz hace unos cinco mil años en el Egipto de los faraones, siendo muy utilizado en la cuenca mediterránea (no olvidemos que tanto la Biblia como los proyectos de los ingenieros de las pirámides se escribieron en papiros). Su uso se generalizó de forma paralela a la época expansionista de Alejandro Magno (S. IV a. C.), y fue desapareciendo con la progresiva decadencia de la cultura egipcia, hasta ser sustituido por el pergamino.
El pergamino, que debe su nombre a la ciudad griega de Pérgamo (un importante centro de fabricación), acabó relegando al papiro al cuarto trastero porque era más fácil de producir, más resistente y de mayor calidad. Se hacía a base de piel de animales, sobre todo de cordero.
Así, los antecedentes más antiguos del papel, además del ladrillo cuneiforme, son el papiro y el pergamino, si bien la cuna del papel tuvo lugar en China, y se sabe con certeza que lo inventó en el año 105 d. C. Cai Lun. (este señor es, además, el patrón de los fabricantes de papel de Oriente). El nuevo soporte se extendería rápidamente por los actuales China, Corea, Vietnam y Japón, con documentos escritos ya desde el año 550.
Loa árabes también entrarían en el negocio hacia el año 751, cuando lograron capturar a varios artesanos chinos de quienes aprendieron su método. Después de copiar y perfeccionar su técnica, la industria papelera se extendió por todo el mundo árabe, ubicando su principal centro de operaciones en Bagdad (actual Iraq).
¿Y cuándo llegó el prometedor invento a Europa? La primera fábrica de papel —un molino— de Europa se fundó en Xàtiva (Valencia), en fechas previas a 1154. Esta es la primera referencia a su fabricación en Europa, del geógrafo El Edrisi: Medina Sateba (hoy Xàtiva) es una bonita villa con castillos, se fabrica papel como no se encuentra otro en el mundo. Se expide en Oriente y Occidente.
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Ahora volvamos al siglo XXI: ¿cómo se hace el papel que empleamos en Blauverd impressors para imprimir tus libros, catálogos, folletos, etc.?
¿CÓMO SE FABRICA EL PAPEL?
El papel es, obviamente, el pan nuestro de cada día en una imprenta como Blauverd Impressors. Vamos a explicarte el proceso de su fabricación, cómo se trasforma desde la madera hasta el texto que Blauverd Impressors pone en tus manos. Pon atención a la curiosa metamorfosis que tiene lugar en fábricas como la de nuestro proveedor Sappi, líder en la fabricación de papel.
El origen está en la parte que menos se ve del árbol: ¿sabías que del tronco se aprovecha todo para el papel salvo la corteza? La madera ya descortezada llega a la fábrica donde se transformará en pasta mecánica o pasta química, según las necesidades concretas de la producción. Hay otros tipos de pasta intermedios que son formas híbridas, pero estos son los más habituales:
– La pasta mecánica se obtiene a través de un proceso en que intervienen una muela giratoria de alta velocidad y agua para desfibrar la madera. Así, el rendimiento final es del 95 %, aunque el papel resultante es menos resistente y tiene más impurezas.
– La pasta química resulta de cocer la astillas con una solución química, la cual tiene por objeto aislar la fibra de la madera y eliminar la lignina. A diferencia de la pasta mecánica, el rendimiento final es del 50 %, pero el resultado es más limpio, por lo que se utiliza en el papel de alta calidad.
¿Y el color blanco típico de los folios? La celulosa de la pasta tiene un característico color marrón que, a través de diversos procesos químicos, se blanquea en función de los diferentes tipos de papel. Aunque en el proceso de blanqueo se solían utilizar productos químicos como el cloro, el ozono, el oxígeno y el peróxido de hidrógeno, debido al impacto medioambiental actualmente se ha reducido su uso. Sappi, por ejemplo, posee el distintivo TCF (totalmente libre de cloro).
Como podemos observar, aunque esta tecnología tan desarrollada es la gran protagonista en los procedimientos actuales, la elaboración es similar respecto a cómo se hacía unos siglos atrás. Hasta fechas muy recientes, todo era más artesanal. La tecnología consistía en un sencillo mortero donde se maceraba a mano para obtener una pulpa. Después, se introducía en un marco, el cual tenía una tela metálica sobre la que quedaba una lámina de sustancia blanquecina; esta sería el futuro papel después de secarse, por lo que se hacía de hoja en hoja. No sería hasta 1799, cuando Nicolas Robert revolucionó la industria papelera con un innovador método, en sus palabras: El sistema que se patenta sirve para la fabricación de un papel extraordinario, de una longitud de doce a quince metros sin ayuda o concurso de obreros y con medios meramente mecánicos.
Bobinas de papel Sappi en el almacén de Blauverd impressors
MATERIAS PRIMAS: AGUA Y ALGO MÁS
La principal materia prima, y la más cuidada, es el agua. Para hacernos una idea, hacen falta cien litros para obtener un kilo de papel. Por ello, se aprovecha al máximo para minimizar el impacto ecológico gracias a sistemas compuestos de complejas depuradoras y circuitos cerrados, en los que se conserva el 90 % del preciado elemento.
Además del agua, son necesarios también agentes de carga, colas, colorantes y aditivos. Las cargas, cuya proporción puede ser del 30 %, sirven para que el papel tenga un aspecto más blanco y opaco, confiriéndole además un tacto más flexible y menos poroso. Además, se han utilizado ciertos minerales, entre los que destaca el carbonato de calcio (creta), que incrementa la resistencia del papel. Por lo demás, en función del tipo de papel requerido, también se agregan colas, colorantes o blanqueantes ópticos.
Instalaciones de Sappi
¿QUIERES SABER MÁS SOBRE EL PAPEL?
Un producto tan relevante para la sociedad como el papel, que hemos tenido entre las manos durante más de dos mil años, merece una descripción amena, pero rigurosa; por eso, te emplazamos en Blauverd impressors a una segunda parte que continuará esta entrada.
¿Qué veremos en la segunda parte? La fase final del proceso de fabricación y el estucado. Además, analizaremos las características que debe tener el papel de calidad, cómo es el que fabrica Sappi y que utilizamos en Blauverd impressors, siempre enfocados en nuestro compromiso de darte el mejor servicio con los mejores materiales. Y por supuesto, no faltarán las anécdotas ni tampoco un aspecto clave: cómo se respeta el medio ambiente en los procesos de su fabricación.
«La palabra papel deriva del latín papyrus, y a su vez, del griego papyros. Una curiosidad que ilustra la importancia de la industria papelera valenciana es que la palabra inglesa paper proviene de la valenciana paper.»
«El Misal de Silos (año 1000), escrito en España, es el manuscrito europeo más antiguo con el papel más antiguo que se conoce en Occidente.»
