Una de las tareas más importantes en el diseño y maquetación de un libro, novela, tesis o poemario es elegir elección de la tipografía para un libro impreso. En este post intentaremos explicarte las claves básicas para que seas capaz de elegir la mejor tipografía para tu publicación.
Todos sabemos la importancia que tiene de coger un libro y que éste sea legible. Una tipografía engorrosa dificulta la legibilidad y acaba haciendo que el lector desista y abandone la lectura. Una mala elección de tipografía puede hacer que por muy bueno que sea el contenido del libro el lector desista de la lectura.
Cuando vamos a imprimir un libro es esencial dedicar tiempo a seleccionar una tipografía. Y valorar todos los factores para que esta elección sea acertada. El tono de blanco de la hoja (y su luminosidad), el ancho de los márgenes, el interlineado, el tamaño de los caracteres o el color son los principales factores que hay que tener en cuenta para una buena lectura.
Es posible que conozcas o hayas escuchado que existen dos familias principales de tipografías, las serif y las sans serif. No vamos a profundizar mucho en la morfología y en los tipos de tipografías, para ello hay publicados manuales que son auténticas enciclopedias. Para resumir las diferencias entre estas dos tipos de familia son que las fuentes serif tienen un remate en las letras y las sans serif o de palo seco carecen de este remate.
Encontrar la tipografía idónea
Seleccionar una tipografía entre la amplia variedad que ahora mismo hay en el mercado es una tarea realmente complicada y que puede terminar con nuestra paciencia. Pero que no cunda el pánico, en este post os ayudaremos a encontrar la tipografía ideal para tu proyecto.
Para empezar nos centraremos en el tipo de familias que más se usan en la maquetación de libros, novelas, poemarios… Seguramente hayas escuchado hablar de las tipografías serif y sans serif o de palo seco. No vamos a profundizar mucho en todas las particularidades de estas tipografías. Lo podemos resumir en en que las serif tienen remates en sus caracteres y las sans serif carecen de estos remates.
Hay muchos tipos de familias más, pero nos centraremos en estas dos por ser las más utilizadas a la hora de maquetar proyectos editoriales. Este tipo de tipografías crean la ilusión de una línea horizontal, y esto facilita la lectura. Si consultamos las novelas que podamos tener en casa, comprobaremos que gran parte de éstos las utilizan.
Generalmente, las tipos serif se consideran las adecuadas para textos largos como los libros. Son conocidas por tener un pequeño remate o “pie” al principio y al final de cada letra. Este pequeño detalle crea una línea imaginaria horizontal que facilita al lector seguir las frases. Generalmente las fuentes serif se suelen usar más en medios impresos.
Una de las fuentes tipográficas más famosas es la Times New Roman. Esta tipografía fue diseñada exclusivamente para el periódico Times y adaptada a las necesidades de lectura en las columnas de esta publicación. Hoy en día, muchísimos de los periódicos que podemos encontrar en los kioskos usan esta misma tipografía.
No obstante hay vida más allá de esta tipografía y te recomendamos otras que también son adecuadas para la lectura en papel y son igual de válidas. Simplemente tómate un tipo para buscar una que cumpla estos requisitos y se adapte a tu tipo de publicación.
Ahora le toca el turno a las tipografías sans serif. Y es que habitualmente se han elegido a las serif frente a las sans serif. No obstante, hay más gente que hoy en día se atreve a usar estas tipografías de palo seco para los textos de sus publicaciones. En esta familia hay muchísimas tipos, pero hay que ir con cuidado porque no todas están bien diseñadas y podemos obtener el efecto contrario.
Estamos seguros que habéis escuchado hablar de la archiconocida Arial. Es una de las tipografías más usadas de palo seco aunque a continuación os dejamos algunos ejemplos más para que tengáis donde elegir. Todo es cuestión de probar y ver cuál se adapta más a la temática de la publicación que vais a publicar.
Ten en cuenta estos pequeños detalles
Queremos dejaros constancia de unos pequeños detalles que debéis tener en cuenta al elegir la tipografía para un libro. Lo primero y principal es asegurarte que la tipografía está completa, y a esto nos referimos a que tengan al menos la tipografía normal, cursiva, negrita y negrita cursiva. De esta manera podrás crear destacados usando estas alternativas. Y además si escribes tu texto en castellano es esencial que la tipografía contenga el carácter ñ y los acentos. Muchas tipografías están desarrolladas por diseñadores de habla inglesa y muchas veces no tienen en cuenta estas características. Además, si lo haces en valenciano, catalán o francés asegúrate también que contengan la ç.
También tienes que tener en cuenta el contexto de tu novela. No es lo mismo tener una temática de aventuras, que futurística que romántica. Cada tipo de libro necesita una tipografía en particular, así que presta atención y busca la que mejor se adapte a tu proyecto. No usaremos la misma tipografía para un poemario que para un libro de consulta.
Si eres más atrevido, puedes intentar combinar tipografías. Para el texto seleccionar una tipografía serif y utilizar otra sans serif para los títulos o para los capítulos. E incluso probar a usar algunas tipografías display que reflejen más la temática de tu libro. Es una estrategia que solemos usar mucho en los llibrets de falla que maquetamos en nuestro departamento de diseño y le da un aspecto más actual y divertido. En Issuu tienes un ejemplo de como combinamos tipografías serif con display que a nosotros nos encantó.